DIY | Portavelas con pasta de modelar

El tutorial que os traigo hoy es en realidad un experimento que salió un poco fail, pero creo que os puede dar ideas y además al final os dejaré algunos consejos basados en lo que he aprendido.

Ya os conté que ahora soy la loca de las velas y quería hacer portavelas para poder sostener las más pequeñitas y que no estén en contacto directo con los muebles. Opté por usar pasta de modelar, de secado al aire, porque es el material con el que hice el tirador del mueble que renové hace un par de años y me gustó el resultado.

Además de la pasta de modelar, es necesario un rodillo, un cuchillo y un poco de agua. Más adelante utilicé también un palillo, pero no sale en la foto. Y, obviamente, necesité también una vela para tomar la referencia de tamaño. No os preocupéis por usar utensilios de cocina para manipular esta masa porque apenas mancha y se limpia con facilidad. ¡Las que sí se pringan de lo lindo son las manos!



El primer portavelas que hice es una casita con ventanas a través de las cuales ver la luz.

Trabajé un poco la masa con las manos, la estiré con el rodillo y corté las piezas con el cuchillo: la base, el frente, los laterales, la trasera (con hueco para introducir la vela) y las pendientes del tejado. Después hice churritos para unir todas las piezas y construir la casa, presionando con los dedos y suavizando los bordes con agua. El montaje es el paso más problemático y me ayudé de varios vasos altos para apoyar la construcción.



Vistos los errores que cometí con la casita, decidí hacer dos vasos tubulares, menos ambiciosos pero igualmente cucos: uno con un corazón y otro con agujeritos.

Este paso a paso es mucho más sencillo. Coloqué la vela sobre la pasta estirada y corte alrededor, dejando un poco de margen. Hice una tira alargada y la coloqué alrededor de la base, uniendo los extremos para cerrarla.



Como me sobraba un poco de pasta y, una vez abierto el paquete, se estropea en poco tiempo, decidí hacer un último portavelas tipo platito, de bordes rústicos.



Una vez hechos, los dejé secar durante tres o cuatro días. ¡Y ayer los estrené! Me da rabia no saber fotografiar velas encendidas, porque en realidad se ven cuquísimos, tan blanquitos y con esa luz temblorosa en el interior.



Y ahora os comento algunas cosas que corregiría si volviese a hacer una casita con pasta de modelar:
– La haría bastante más baja para evitar que se doblasen las paredes
– Haría el tejado macizo, como un triángulo de una sola pieza, para evitar que se hundiese
– Haría las paredes y el suelo más gordos para darles más robustez
– Haría las ventanas más pequeñas para que los cuarterones fuesen menos endebles
– Le daría algún tipo de barniz resistente al calor o le colocaría una base de corcho porque, una vez encendida la vela, la pasta se calienta mucho

¿Os gustan los portavelas blancos o los habríais pintado de algún color? ¿Qué manualidades habéis hecho con pasta de modelar?

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