Ya os habréis dado cuenta de que tengo unos antojitos un poco raros, así que no creo que os extrañe mucho saber que ahora me apetece una corona, y es que ese tipo de tonterías me hace la mar de feliz. He recopilado algunos enlaces a tutoriales que he encontrado por la red.
Las coronas se pueden hacer con muchos materiales, pero sin duda el primero en aparecer en este post tenía que ser el fieltro. Me encanta la primera de estas tres, tan clásica y tan poco de princesa 😉



Aunque un poco más trabajosas, las coronas de tela también son una buena opción.



Para los que tengáis la suerte de dominar el ganchillo, estos tutoriales me parecen super cucos.



¿Y qué me decís de hacer una corona con un pedazo de encaje? A mí nunca se me hubiese ocurrido, pero el resultado parece bueno.



Me declaro fan total de las coronas de alambre. Creo que son las menos infantiles, dentro de lo que cabe, supongo que por la propia frialdad del material en sí.



Una opción sencilla es utilizar limpiapipas, que luego se pueden forrar.



Por último, si lo que buscamos es algo rápido para hacer en un ratín (y que nos dure también un ratín, eso es lo malo), la solución es tan fácil como optar por papel, cartulina, cartón…



¿Cuál es vuestra corona favorita de todas las que os he enseñado? Yo me quedo con las de alambre y, después, con las de fieltro. Espero que este post os haya dado ideas para un disfraz, para un photocall casero, para tener a los más peques entretenidos durante una tarde…