Pocas cosas hay más encantadoras que un bolso con forma de libro. En cuanto vi esta idea me enamoró, así que he decidido dedicarle un post, aprovechando que esta semana se celebraba el día del libro.
Hay diferentes maneras de lograr resultados parecidos. Este primer tutorial se basa en hacer del libro una especie de caja, a base de cortar el interior. Ya tendría que ser muy malo el libro para que yo me atreviese a hacerlo sin que me cayesen lagrimones de pura pena, pero ahí os dejo la idea:

El siguiente tutorial es parecido; también requiere destrozar las páginas. Como se abre a mitad de libro, es necesario añadirle unas solapas de tela para que no se caiga el contenido al abrirlo:

La siguiente idea me parece menos trágica, porque no hace falta cortar las páginas; sólo se utilizan las tapas del libro, añadiéndoles la estructura de un bolso:

En el siguiente tutorial también se utilizan sólo las tapas, formando una caja con ayuda de unas piezas de madera:

Esta última idea no requiere sacrificar ningún libro, porque directamente utiliza una caja con esa forma:

¿Os gusta la idea de convertir un libro en un bolso de mano? De todas estas opciones, ¿cuál os parece la mejor? Quien dice un libro, dice una agenda, por ejemplo.