Estoy segura de que no soy la única que acumula libretas como para aprovisionar a una papelería durante tres años. Si reúno todos los cuadernos que tengo aquí en Coruña y los que tengo en casa de mis padres… madre mía, he llegado a un punto en que siento vergüenza. Que el problema no es tener mil libretas, el problema es que las tres cuartas partes están todavía sin estrenar.
Lo más duro es ver cuadernos preciosos en tiendas, pensar «No puedes comprar más, Tania» y tener que devolverlos a su sitio con gran dolor en este corazoncito que tengo. Así que, como no quiero dejar de consumir este tipo de productos, porque yo con un cuaderno nuevo bajo el brazo soy la niña más feliz del mundo, he decidido empezar a gastar todas las libretas que poseo a día de hoy. No va a ser fácil, ¡pero no será por falta de ideas!
Si estáis en la misma situación que yo, echadle un vistazo a esta lista, en la que os hablo de 21 usos diferentes que les podéis dar a esas libretas que tenéis acumuladas. Según el formato que tengan, irán mejor para unos propósitos o para otros. Ya sabéis: de espiral, encoladas, con hojas blancas/rayadas/punteadas, pequeñas, grandes, alargadas, apaisadas, de tapa dura, de tapa blanda, blocs de notas, tacos de pósits… y un eterno etcétera.
1 | Para clase o el trabajo
Si sois estudiantes, lo tenéis fácil: para hacer ejercicios, para tomar apuntes en sucio, para pasar apuntes a limpio, para anotar explicaciones puntuales sobre un tema concreto… ¡qué os voy a contar! Si trabajáis, tampoco está de más tener un cuaderno siempre a mano.
2 | Para coger recados
Si tenéis teléfono fijo en casa y una memoria de pez como la mía, os resultará super útil tener un bloc de notas junto a él para tomar recados.
3 | Para hacer la lista de la compra
Para este propósito me parecen muy útiles los blocs alargados, de papel rayado, que tienen un imán en la parte trasera y se pueden poner en el frigorífico. De esta manera, cualquier persona que viva en casa puede ir añadiendo ítems a la lista en cuanto se dé cuenta de que no queda leche o de que se ha acabado el papel higiénico, ¡ups!
4 | Para hacer listas de cosas
Así, en general. Amo las listas, amáis las listas, estamos juntos en esto. Es tremendamente relajante hacer listas y yo lo practico a menudo. Algunos ejemplos reales que podríais encontrar entre las páginas de mis cuadernos: cosas bonitas de la vida, cosas que tengo que meter en la maleta, películas de Disney que todavía no he visto, libros que quiero leer este verano, etc.
5 | Como agenda
Aunque no es mi caso, muchas personas han decidido renunciar a las agendas tradicionales para pasarse al método del bullet journal. En ese caso, un buen cuaderno es fundamental.
6 | Como diario
Tanto si sois de los que escriben religiosamente todos los días, como si sois de los que muy de vez en cuando necesitan escupir todas esas palabras que tienen guardadas dentro, os vendrá genial tener un cuaderno donde poder explayaros. Si arrancáis las hojas después de escribir o las guardáis para el recuerdo, eso ya es cosa vuestra.
7 | Para dibujar
No quiero escuchar comentarios del tipo «Es que yo no sé dibujar». No es necesario ser un artista para disfrutar de unos garabatos sobre una hoja en blanco. Probadlo, ya veréis.
8 | Para anotar citas de libros, diálogos de pelis/series, tweets
Soy una friki absoluta de esas frases que marcan, que te hacen darle al pause en mitad de una película para anotarlas en el primer trozo de papel que tienes a mano. Lo malo de anotarlas aquí y allá es que al final las acabas perdiendo y nunca más vuelves a saber de ellas. ¿No sería genial tenerlas todas reunidas en un único cuaderno?
9 | Como libro de recetas
Desde que me emancipé, de vez en cuando hago una llamadita a mi madre para preguntarle cómo se hace el arroz con mejillones, cuántos vasos de agua le tengo que echar al estofado o si las patatas se pueden congelar. Para no perder toda esa información valiosísima, tengo el teléfono móvil lleno de notas con recetas. Empieza a ser un caos y, para qué negarlo, hacerlo así es mucho menos adorable que consultar un cuaderno de recetas escrito a mano. Un día me pondré al lío y pasaré todas esas recetas a una libreta, que espero dejar en herencia a alguien en un futuro.
10 | Como diario de viaje
Los álbumes de fotos están bien, pero no reflejan todo lo que se vive en un viaje. Mola mucho más coger un cuaderno en blanco y llenarlo de fotos, de anécdotas, de tiques de metro… ¡de experiencias!
11 | Como registro de objetivos
A lo mejor te has puesto a dieta o te has propuesto beber 2 litros de agua al día. Da igual cuál sea el objetivo, ir registrando marcas siempre ayuda a mantener la constancia y la motivación.
12 | Para escribibr textos
Si te gusta escribir —relatos, poemas, escritura libre— puedes dedicar un único cuaderno para reunir todas esas perlas.
13 | Para escribir cartas
Sabéis que tengo amigas por correspondencia y escribo cartas a menudo. Al principio utilizaba folios, pero desde hace unos meses estoy utilizando hojas de cuaderno para escribir mis cartas porque me di cuenta de que era una buena manera de ir gastándolos.
14 | Como muestrario
Vale, esto es muy friqui, pero los amantes de los materiales para manualidades seguro que me entendéis. Imaginaos un cuaderno lleno de trocitos de washi tape, de retales de telas, de marcas de rotulador… ¡Qué maravilla!
15 | Como registro de dineros
Yo tengo un apartado específico para esto en mi agenda, pero si no fuese el caso lo haría en un cuaderno aparte: ingresos, gastos, ahorros y ese tipo de cosas.
16 | Como registro de contraseñas
También tengo un apartado en mi agenda para registrar las contraseñas y los nombres de usuario que manejo en diferentes webs, ¡y menos mal! No sabéis la de veces que recurro a él.
17 | Como registro de cosas graciosas que dicen los niños
Los que tenéis hijos sabéis mejor que nadie que los enanos sueltan una perlita tras otra. Algunas de ellas seguirán siendo motivo de risas en comidas familiares durante años y años, pero muchas otras se irán olvidando y a mí eso me parece una auténtica pena. Además, seguro que a los peques les encantará hojear ese cuaderno cuando sean mayores.
18 | Para anotar ideas, avances, etc. de un nuevo proyecto
De vez en cuando necesito embarcarme en un nuevo proyecto, aunque sea pequeño, porque me flipa planearlo todo. Coger un cuaderno e ir anotando información útil como proveedores de material, escandallos de los productos, calendarios de campañas, ideas para promociones, etc. Si somos serios, es fundamental tenerlo todo reunido en un mismo sitio.
19 | Para anotar puntuaciones de juegos
Esto ya es algo muy particular, pero si jugáis habitualmente a juegos de mesa o a deportes de grupo, seguro que os gusta llevar un registro de las puntuaciones.
20 | Para anotar vocabulario de un idioma que estemos aprendiendo
Da igual que estéis tomando clases oficiales o que lo estéis haciendo por libre, cuando se está aprendiendo un nuevo idioma es fundamental tener una libreta destinada a anotar vocabulario.
21 | Para hacer regalitos
Confieso que, para ir deshaciéndome de todos esos cuadernos que tengo acumulados sin estrenar, más de una vez los he regalado, algunas veces como detallito único y otras veces como parte de un regalo más grande. Los blocs de notas pequeñitos están genial para incluirlos en nuestras cartas cuando queremos tener un detalle con nuestros amigos por correspondencia y los cuadernos más grandes y especiales son ideales para regalar en mano.
¡Y estos son los usos que se me han ocurrido! Algunos de ellos los pongo en práctica desde hace tiempo y otros son ideas que se me han ocurrido recientemente y que empezaré a hacer a partir de ahora.
¿También vosotros tenéis este problema de ir acumulando mil libretas sin estrenar? ¿Qué otros usos creéis que les podemos dar?
Por cierto, la foto de portada es de la tienda de Mi Low Cost; en concreto, de su preciosérrimo cuaderno «astro». Que no es que os quiera yo empujar a comprar más libretas, pero ya sabéis que la cabra tira al monte y un cuaderno bonito es un cuaderno bonito.