He intentado decorar las últimas cartas cambiando el estilo que estaba siguiendo últimamente para poder daros nuevas ideas que podréis aplicar a vuestras manualidades e incluso a vuestros regalos, ¡ya sabéis que con un par de detallitos monos el packaging gana mucho!
En vez de utilizar cuartillas blancas y decorarlas a mano, utilicé hojas A4 con motivos impresos: cenefas de flores y rayas.
Hice tarjetas a partir de papeles de scrap, recortando y redondeando las esquinas, para responder a los mail tags que mi amiga por correspondencia me había sugerido. Para seguir con el juego, le propuse unos cuantos en la parte trasera de una postal, ¡también sirven para eso!
Quería incluir té, pero como no tenía ninguno en formato bolsita tuve que apañármelas así: en una bolsa de plástico con tira adhesiva metí té como para dos o tres tazas, la cerré, le pegué un encabezado hecho con papel estampado ―recuperado de las hojas de un viejo diario― y lo decoré escribiendo lo que ponía en la lata de té.
El sobre lo hice con un papel gordito y, como era estampado, tuve que escribir las direcciones en tarjetitas aparte. Utilicé una especie de cartulina blanca ―del envoltorio de algún producto, quizás unas medias―, comí las esquinas con un sacabocados y perfilé el contorno con bolígrafo. Como veis, me gusta echarle arte a los nombres, pero sin embargo las direcciones las escribo con tipografías muy claras… ¡me da miedo que algún cartero no entienda la letra y la carta se pierda en algún punto del camino!
A mi amiga por correspondencia le gustan mucho los conejitos, así que no dudé en añadir una etiqueta troquelada con forma de conejo que Modernism&Vintage incluyó en un pedido que le hice.
Cerré el sobre con pegamento de barra y aseguré con un poco de washi tape con dibujitos de sellos postales.
Y, por supuesto, ni se me pasó por la cabeza ponerle un sello feo en casa, que son los únicos que consigo en los estancos, sino que fui a Correos a echar la carta y, como los empleados ya me conocen y saben que me gusta poner los sobres bonitos, eligieron un sello especialmente para la ocasión que hacía juego con los colores. ¡Si es que son muy majos conmigo y mi afición! 🙂