¡Hoy toca otro DIY repostero! Después de intentarlo con unas cuantas recetas de tortitas, y de modificarlas un poco de aquí y otro poco de allá, he dado con una que me sale bien. Nunca he probado unas tortitas de verdad, así que desconozco si estas pueden considerarse como tal.
Esta es la receta, con la que os saldrán unas seis o siete tortitas:
INGREDIENTES
– 1 huevo
– 2 cucharadas de azúcar
– 1/2 cucharada de aceite
– 1/2 sobre de levadura en polvo
– 100 g de harina
– 1 pizca de sal
– 1/2 vaso de leche
PREPARACIÓN
En un recipiente tipo jarra, batimos el huevo. Añadimos el azúcar y el aceite, y mezclamos bien. Añadimos la levadura, la harina y la sal, y volvemos a mezclar bien, obteniendo una masa bastante consistente. Añadimos la leche y removemos bien, hasta que se mezcle con la masa y ésta se aligere. Como probablemente la masa tenga grumos, le pasamos la batidora.
Directamente del recipiente, echamos en una sartén antiadherente ya caliente una pequeña cantidad de la masa y esperamos a que se empiecen a formar burbujas en la cara de la tortita que queda a la vista. Algo así:
Cuando las burbujas empiecen a reventar, le damos la vuelta a la tortita con ayuda de una espumadera y esperamos unos segundos a que se haga por el otro lado. Retiramos la tortita de la sartén. Repetimos hasta que se acabe la masa.
Al igual que algunos otros postres, como las filloas, las tortitas no tienen de por sí mucha gracia, sino que el toque se lo da aquello que utilicemos para acompañarlas. En este caso, me decidí por azúcar moreno finito y miel, pero las posibilidades son infinitas: chocolate fundido, mermelada, nata, cremas… ¡Lo que os permita vuestra imaginación!
Hacer de cocinera y de fotógrafa al mismo tiempo es complicado. Habitualmente, dedicándome sólo a cocinarlas y dejando a un lado la cámara, las tortitas me salen así:
Si alguien conoce la receta de verdad, que me cuente si se parece a esta o le estoy llamando tortitas a algo que no tiene nada que ver 🙂
¿Las habéis probado? ¿Os gustan? ¿Con qué las acompañáis?