Hace unos días estuve reordenando mi armario. Lo hago unas cuantas veces al año, intentando darle una vuelta a la manera en la que tengo organizadas las prendas, porque siempre después de cada cambio me parece que descubro ropa que no recordaba que tenía o se me ocurren nuevas combinaciones. ¡Sé que parece una tontería, pero así es!
Mientras colgaba prendas que antes tenía dobladas, pensaba en cuánto me gustaría que mi cuarto fuese grande para poder colgar mi ropa favorita de un burro y tenerla siempre a mano.
Me parecen muy cómodos e incluso bonitos. Mis favoritos son los que están formados por piezas de tubería, sin pintar ni tratar, con ese aire industrial que tanto me gusta. Es cierto que en un piso común lo más probable es que un burro de ese estilo no pegase ni con cola, pero siempre está la opción de optar por uno sencillo y decorarlo con telas o crochet, como el de la cuarta imagen.
Al margen de que sean bonitos o no, me parece que se puede ahorrar bastante espacio si se colocan en un buen lugar. Y si además tienen ruedas, me parecen geniales para cuartos pequeños en los que tal vez tengamos que hacer sitio para realizar según qué actividades.
Tendré que conformarme con soñar con uno de estos mientras sigo guardando mi ropa en un armario de los de toda la vida 😉
¿Os gustan los burros? ¿De qué estilo? ¿Dónde guardáis vuestra ropa?