Kit para sobrevivir al cuarto de siglo

Mis amigas y yo nos hacemos viejas. Eso es así. Pero como no todo va a ser lamentarse, con la superioridad moral que me confiere estar todavía en los tiernos veinticuatro, decidí preparar un regalo de cumpleaños especial para una amiga que acaba de cumplir el cuarto de siglo… ¡Guau!

Los regalos eran básicamente tres: una pastilla de jabón, una caja de té ―ambos de Olivia― y el libro Eleanor & Park de Rainbow Rowell.



Además, incluí algunas tonterías para completar el kit. La primera, unas tarjetitas que diseñé en el ordenador, y más tarde imprimí y recorté, en las que le daba a mi amiga veinticinco razones para celebrar los 25 años.



Hice también una coronita utilizando una diadema metálica y foami con purpurina, ambos en tonos dorados. He preparado una plantilla un tanto rudimentaria, con paso a paso incluido, que podéis descargar haciendo clic aquí. Para mejorar el acabado, hice algunos ajustes a base de tijeretazo y pinté los cantos ―que eran amarillos, porque en esa zona el foami no tiene purpurina― con pintura de látex vinílico de color carne. Es super fácil de hacer y queda graciosísima.



Incluí, por supuesto, unos globitos.



Y, por último, una tarjeta de cumpleaños de mi tienda para snail mail.



Mi idea inicial, que en mi cabeza se veía preciosa, era meterlo todo en una caja de color kraft decorada con mensajes, utilizando cartulina en los colores que usé para las flores de las tarjetas que os he enseñado más arriba: rosa claro y verde menta. Pero pasa que encontrar una caja de cartón kraft es más difícil de lo que puede parecer, así que tuve que modificar el plan en el último momento y el resultado no es ni remotamente parecido a lo que yo tenía en mente.

Total, que la caja más decente que encontré fue una de fondo blanco y detalles rojos. Amoldándome a ella, utilicé washi tape y papeles en esos tonos. Envolví cada regalo individualmente con papel de seda y le até a cada uno de ellos una tarjetita con un mensaje cursi, como si cada mensaje fuese una de las instrucciones del kit.

El jabón, para limpiar los malos recuerdos; el té, para saborear la vida; el libro, para esperar los 30 con calma; las razones, para que no se te olvide; la corona, para ser la princesa de tu cuento; los globos, para que la vida sea una fiesta.

Con un poco de washi tape, coloqué la tarjeta de cumpleaños, dentro de su sobre, en la parte interior de la tapa de la caja y decoré la parte exterior con el nombre del kit. La idea es poder retirar ambas cosas, que sólo están sujetas con washi tape, y utilizar la caja para cualquier otra cosa.



Obviando la metedura de pata de la caja y los colores que finalmente tuve que utilizar, ¿qué os parece la idea? ¿Alguna vez habéis preparado un kit parecido a este? ¿Cómo sobrevivisteis vosotros al cuarto de siglo, si es que ya lo habéis pasado? 🙂

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