Queridos Reyes Magos

Los Reyes Magos han sido estas navidades más majos que nunca al pasarse por mi casa con varias semanas de antelación para traerme un teléfono móvil. Por eso no espero que repitan visita, pero igualmente me apetecía compartir con vosotros esta carta, que en realidad es muy cortita. No creáis que no me he estrujado la cocorota, pero me he dado cuenta de que no necesito nada y —la verdadera revelación— de que apenas tengo caprichos.



Hace unos meses descubrí Flow Book For Paper Lovers, una especie de libro, bien gordote, para aquellos a los que nos gustan los artículos de papel: hojas con estampados bonitos, etiquetas, pegatinas, sobres… Todo pensado para arrancarlo de la encuadernación y utilizarlo, ¡algo que me daría mucha pena hacer, lo reconozco! Este es ya el segundo número y tiene muy buena pinta.

Una cosa que llevo años queriendo es un paraguas transparente. Todavía no me he hecho con uno porque la mayoría de los que veo en las tiendas son para niños pequeños (yo lo quiero grande) y los pocos que he visto para adultos eran de un plástico muy cutre que me daba poca confianza y bastante grima. Este paraguas transparente de Cacharel parece que da el pego.

No soy muy amiga de los complementos, pero a veces hecho en falta un reloj para no tener que consultar la hora en el teléfono a cada rato. El último que tuve pasó a mejor vida hace un par de años y ya estoy queriendo uno nuevo. Eso sí, tiene que cumplir algunas características: de plástico, de colorines, analógico y con todos los números marcados en la esfera. Este reloj de Agatha Ruiz de la Prada las cumple todas.

Lo mío es pasarme el día vestida con pantalones de chándal y camisetas viejas. El problema es que, cuando voy a dormir a casa de alguien, no tengo nada decente que llevar para pasar la noche. Por eso he estado buscando ropa para dormir bonita y me he enamorado de este conjunto de pantalón y sudadera de Minnie, ambos de Oysho.

Desde hace tiempo quiero apuntarme al curso online para aprender a tejer calcetines de Wasel Wasel, pero no lo había hecho porque me veía todavía muy verde con las agujas. Ahora que he practicado más y he aprendido a hacer puntos nuevos, creo que estoy preparada para lanzarme a la aventura de los calcetines. Además, Gemma ofrece la posibilidad de comprar el curso con un kit de materiales, que me vendría genial porque no tengo ni idea de lanas.

Por culpa de unos libros que usábamos en el cole, ilustrados con unas acuarelas horrendas, le cogí manía a ese tipo de pintura. Sin embargo, ahora que veo las preciosidades que se pueden hacer, cada vez le tengo más ganas a esa técnica. Las únicas acuarelas que he probado son las típicas que todos hemos usado de pequeños, muy cutres, así que ahora me encantaría tener unas de verdad, como las de este estuche de acuarelas de Van Gogh.

Y esto es todo lo que se me ha ocurrido que podría pedirles a los Reyes Magos. ¿Tenéis alguna de ellas? ¿Las habéis incluido en vuestras cartas? ¿Qué es lo que habéis pedido?

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