Ya os hablaré de mis propósitos para 2017 dentro de unos días, pero os adelanto que una de las cosas en las que quiero mejorar es en llevar el correo al día. Estoy siendo un auténtico desastre desde hace más de un año, pero le voy a poner remedio poco a poco.
Para escribir esta carta utilicé folios de colores, cortados por la mitad. Me encantan las cartas escritas en papeles no blancos, pero tienen un problema, y es que el típex no sirve como solución si nos equivocamos al escribir, ¡ya veis que asoma por ahí un tachón!
Como llevo tiempo sin comprar cositas cuquis de papelería, eché mano de un par de monerías que me habían enviado mis amigas por correspondencia en cartas anteriores. En el primer papel que veis, el que tiene el fondo a rayas, contesté a las preguntas de mail tag de mi penpal. Las preguntas que le hice yo las escribí en un pedazo de papel kraft.
Cogí un sobre kraft, de los que uso siempre, y lo decoré con puntitos y corazones negros. En un papel blanco me dibujé a mí misma y un par de bocadillos para escribir las direcciones; los recorté y los pegué en el sobre. Y oye, ¡el resultado quedó bien majo!
Aunque no siempre lo consigo, intento que todos los elementos de la carta coordinen entre sí. En esta ocasión no obtuve un resultado brillante, pero tampoco quedó mal, ¿no?
¿Qué tal lleváis vosotros lo de responder cartas? ¿Las contestáis en cuanto las recibís o dejáis pasar un tiempo?