Creo que ya hace bastante que no os enseño cómo decoro una carta, en parte porque las últimas que he enviado no eran ninguna maravilla. Con esta que os enseño hoy me dejé llevar y, oye, al final ni tan mal.
Lo primero que hice fue crear un sobre desde cero con una cartulina blanca, más gordita de lo normal. La doblé de manera que quedase abierta sólo por uno de los lados cortos, con una pequeña solapa para después cerrar el sobre. Estas cosas me gusta pegarlas con cola blanca, pero sólo tenía pegamento de barra a mano, así que me quise asegurar bien con ayuda de unas pinzas.
Y ya con el sobre hecho, abrí mi caja de los recortes y me puse a crear sin mucha idea de lo que quería hacer. Me gusta el resultado porque utilicé algunos recortes del cartel de las fiestas de Coruña de este año, diseñado por Iria do Castelo, que me enamoró en cuanto lo vi y guardé el folleto que tenía para usarlo en algo especial. ¿Y qué hay más especial que una carta para una amiga por correspondencia? 🙂
Además, usé papel de libros de segunda mano, washi tape, sellos, folios de colores, pegatinas, etc.
Para escribir la carta usé folios azules, cortados a la mitad, y bolígrafo verde.
Añadí recortes, papeles bonitos, tarjetas… todo en los mismos tonos que había usado para el sobre. ¡Y listo!
Me pasa una cosa, y es que cuando termino una carta pienso que no es suficiente para la persona que la va a recibir, porque mis penpals se merecen todo lo bueno del mundo. Pero luego me acuerdo de las primeras cartas que envié y siento vergüenza máxima… ¡he mejorado!
¿También os pasa que el correo que enviáis nunca os parece lo suficientemente bueno? ¿Soléis usar recortes de folletos o carteles?