Cuello babero

¡Hola!

Como os adelanté el fin de semana pasado en Twitter, he modificado una camiseta básica con ayuda de la máquina de coser. La idea era añadirle a la camiseta un cuello babero en color blanco, de estos que veo en algunas prendas de ropa y pienso “¡Ooooh, qué mono!”. El resultado ha sido más bien un “¡Aaaah, qué horror!”.

Los materiales que he utilizado son una camiseta vieja de color blanco, hilo de color blanco y una especie de botón en un tono parecido al de la camiseta base.

Tomar el patrón del cuello de la camiseta me costó bastante, porque no es precisamente simétrico (se ve que quien la hizo tiene la misma soltura con la máquina que yo). Una vez que tuve dibujada en un papel la línea curva del cuello de la camiseta, dibujé la forma que quería que tuviese el “babero”.

Recorté la forma y la marqué en la camiseta blanca un par de veces (era una tela muy fina y transparentaba un poco, así que quise darle algo más de cuerpo). Para unir las dos piezas iguales, las cosí con la máquina por el borde. Como no fui capaz de hacer una costura digamos armoniosa… me dediqué a pasarle la máquina unas tres veces por el mismo sitio. Pensé “Bueno, es un cuello babero modernillo, como que está hecho mal a propósito”. Pero no, está hecho mal porque de verdad que no soy capaz de hacerlo mejor. Para unir el cuello a la camiseta, volví a coser por donde había cosido antes.

Por último, le añadí en el centro del babero una especie de botón de una de mis blusas favoritas, de estos que vienen de repuesto.

El resultado es este (no apto para personas con sensibilidad visual):



Creo que el cuello no podría haber quedado más arrugado. Como veis, modifiqué sólo la parte frontal del cuello, porque hacer el babero completo me parecía una emoción demasiado fuerte para un solo día. Además, le di un tamaño demasiado pequeño al babero, teniendo en cuenta el tamaño de la camiseta. Me consuela que, como la camiseta está intacta, en el sentido de que no he tenido que cortarla ni nada por el estilo, puedo descoser el babero cuando quiera.

No fui capaz de fotografiar bien cómo queda puesta la camiseta, pero espero que os sirva para haceros una idea:



Yo creo que la idea, en origen, no era mala: un estilo bonito y unos colores muy dulces. Pero está claro que me ha salido un auténtico churrillo. Y no penséis que lo hice en diez minutos, no… ¡Unas cuantas horas tardé!

Espero volver pronto por aquí con ejemplos de lo que no se debe hacer cuando se sienta uno frente a la máquina de coser :))

¡Agur!

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