Por fin llega el tan esperado post sobre cómo convertí un viejo mantel en un vestido. Gentes que sabéis coser de verdad, preparaos para echaros unas risas, o para llevaros las manos a la cabeza, lo que más os apetezca 🙂
Tened en cuenta que nunca antes había hecho ropa, que no tengo ni idea de patronaje y que hasta hace bien poco le tenía miedo a la máquina de coser. Me fui guiando por mis vestidos, mis blusas y mis faldas favoritos, pero realmente lo hice todo muy a ojo.
No es el vestido del siglo, pero es muy cómodo y fácil de hacer: no forro, no cremalleras 🙂 Las medidas que indico son para hacer un vestido bastante amplio: utilizo una 42/44 y me queda muy holgado.
He dividido el post en dos partes, así que empiezo hoy y continúo mañana. Hoy os enseñaré cómo hice la parte de arriba del vestido, que podría perfectamente haberse quedado como un top sencillo de corte recto.
Para que veáis el tipo de mantel que era y el estado en el que se encontraba:
¡Vamos con lo interesante! Imaginad que las líneas discontinuas de color rosa son los flecos del mantel.
1. El mantel medía 113 cm x 161 cm (sin contar los flecos).
2. Lo doblé por la línea discontinua de color negro (la mitad derecha sobre la izquierda).
3. Me quedé con un pedazo de tela (doble) de 56 cm x 161 cm.
4. Dividí la tela en dos partes, cortando por la línea discontinua de color negro.
5. En este post nos interesa sólo la porción de tela que corté para la parte de arriba del vestido.
6. Me deshice de los flecos, abrí el doblez lateral, recorté la zona del cuello y rebajé un poco la parte baja de los laterales para darle forma a las mangas. Espero que se aprecien las medidas.
7. Cosí las zonas que marco en amarillo. Para los laterales y la zona de los hombros encaré el derecho de las dos piezas y cosí con puntada recta, rematando luego con una puntada en zigzag. Para las mangas y el cuello hice un dobladillo.
8. Los dobladillos restaron centímetros de tela, y el resultado final fue un cuadrado.
¡Y hasta aquí la entrega de hoy! Como he dicho, podéis utilizar esta parte del tutorial para haceros un top chulo (tendríais que rematar el bajo, ¡o no!). Si me hubiese sobrado tela, me habría hecho una blusa del mismo modo, cortita, para poner con pantalones o faldas de talle alto. Algo así:
¿Qué os ha parecido? ¿Le cambiaríais algo? ¿Sois tan chapuzas como yo con la máquina de coser?
¡Os espero mañana con la segunda parte de este DIY! La podéis ver aquí.