DIY | Vestido hecho a partir de un mantel (II)

Esta es la continuación del post de ayer, en la que os enseñaré cómo acabé de hacer un vestido utilizando un viejo mantel.



9. Recordad que había dividido el mantel en dos partes.

10. En este post nos interesa sólo la porción de tela que corté para la parte de abajo del vestido.

11. Me deshice de los flecos, abrí el doblez y rebajé unos 8 cm de lo que luego sería el largo de la falda.

12. Separé las dos capas de tela y las puse una junto a la otra. Para unirlas, encaré el derecho de las dos piezas y cosí con puntada recta, rematando luego con una puntada en zigzag.



13. Plisé la zona de la cintura de la manera que veis en la fotografía, asegurando con alfileres cada pliegue.

14. Las partes que veis aseguradas con alfileres medían unos 5 cm de ancho, y las zonas que había entre esas partes medían unos 6 cm de ancho.

15. Esta es la pinta que tenían los pliegues por la parte de atrás.

16. Cosí con puntada recta sobre toda la zona plisada.



17. Colgué de una percha la parte de arriba del vestido y fui uniendo con alfileres la cintura de la falda a la cintura del top.

18. Una vez rodeado todo el contorno, marqué dónde se unían los dos extremos de la falda y corté, dejando un pequeño margen para las costuras.



19. Cosí los dos extremos de la falda: encaré el derecho de las dos piezas y cosí con puntada recta, rematando luego con una puntada en zigzag. De la misma manera, cosí la cintura de la falda a la cintura del top.

Y… ¡vestido terminado! Algunas observaciones finales:
– El mantel era más bien grueso, así que la tela tiene cuerpo suficiente como para no haber tenido que utilizar forro ni entretela.
– Que el estampado de la tela sea a cuadros me ayudó mucho a la hora de cortar y coser, teniendo en cuenta lo muy a ojo que hice todo.
– Al rebajar el largo de la falda (paso 11), creo que me pasé un pelín. Me hubiese gustado que el vestido fuese un poco más largo, pero tampoco es ningún drama.
– La amplitud del vestido, gracias a la cual no tuve que ponerle cremallera, me da un par de opciones a la hora de vestir: llevarlo flojo e ir suuuper cómoda, o ajustarlo con un cinturón e ir un poco más mona.

Como el orgullo por mi nuevo vestido me ha quitado la poca vergüenza que me quedaba, os dejo unas imágenes (las más cutres de la historia) para que veáis el resultado final: sin cinturón, con el cinturón bajo y con el cinturón alto.



¿Qué os parece, teniendo en cuenta que es la primera pieza de ropa que hago? ¿También pensáis que ha quedado demasiado amplio y corto? ¿Os animaréis con algo parecido? El próximo viernes os enseñaré una cosita que he hecho con un pedazo de tela que me sobró 🙂

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