¿Ya ha pasado un mes desde la última vez que escribí hablando de mis planes? ¿Cómo es posible?
Con los planes de septiembre me fue regulín. No llegué a hacer el salvaorejas porque di con un método de colocar la goma que me evita sufrimientos: en lugar de coserla a la mascarilla, la paso por un túnel y la dejo super larga, y cada vez que la lavo rehago el nudo para recuperar los centímetros perdidos y que me quede siempre holgadita. El par de calcetines lo tengo casi terminado, a falta de una puntera. Las macetas sí las compré y ya están las plantas siendo felices y bellas. No alcancé a leer Gente normal; ni siquiera lo empecé, pero quiero hacerlo este mes. Con Fleabag me pasó como con la serie del mes pasado, que no me disgustó pero me dejó un poco indiferente.
Ya os he contado que ando flipadísima con lo de encender velas. Algunas son de vasito, pero las chiquititas las apoyo directamente sobre la mesa o, en el mejor de los casos, las meto dentro de un tarro de cristal de yemas de espárragos, porque bueno, el glamur. Así que quiero hacer portavelas, puede que con arcilla de secado al aire. Si los hago y quedan resultones, os enseñaré el paso a paso por aquí.
No estoy segura de ser capaz de llevar a cabo esta misión, pero me encantaría arreglar un vestido de mi abuela, que me va muy grande pero es maravilloso para el otoño y me gustaría poder usarlo esta temporada.
Cuando lea el libro, quiero ver la serie de Gente normal. Es cortita y eso me viene bien, porque me está costando sacar tiempo para ver pelis y series.
Para lo que sí o sí quiero sacar tiempo es para tener mi tarde de Halloween anual, consistente en que veo El retorno de las brujas en el sofá, tapada con una manta, mientras como cosas ricas.
Pretendo seguir practicando con las acuarelas. Hace unos días probé cosas nuevas y creo que estoy empezando a entender cómo funcionan y cómo puedo llegar a conseguir el efecto que a mí me gusta.
¡Espero que me vaya mejor que el mes pasado!