No me rindo y sigo intentando adentrarme en el mundo del scrapbook, así que vengo a enseñaros cómo me quedó el mes de febrero: más sosillo que enero en cuanto a materiales, pero más colorido.
Esta vez no incluí ningún librito, pero sí un sobre en el que guardé muestras de las telas que compré a lo largo del mes. ¡Os dejo con las fotos!
Aún me noto insegura a la hora de armar las composiciones y me cuesta dejarme llevar —coloco todas las piezas en perpendicular a los bordes del álbum y entre sí—, pero ahí vamos 🙂
Y ahora contadme… ¿Cuál fue vuestro último proyecto de scrap? ¿Era para vosotros o para regalar?