Mes nuevo, propósitos nuevos. Pero antes toca repasar mi lista de planes para enero y valorar qué tal me ha ido. Lo cierto es que, aunque ni yo misma puedo creerlo, ¡me ha ido bastante bien! En parte porque este año le estoy dando muchísimo uso a la agenda y me estoy organizando mejor que nunca.
En enero he terminado de ver The Office y lo he pasado fatal a medida que se acercaba el final; me he sacado fotos para la tienda online mostrando cómo quedan puestos los pasadores para el pelo y los collares; he aplicado algunas mejoras en el blog, de esas que desde fuera no se ven pero que yo sí las noto; me he trasquilado el pelo en casa y me he quedado más ancha que larga; he empezado a hacer ejercicio, caminando mucho y corriendo a ratitos; he fichado y comprado bastantes cosas en las rebajas, casi todas necesarias; y he convertido un vestido que no usaba en una falda a la que espero sacarle más partido.
Sin embargo, no he podido completar tres tareas: todavía tengo a medias El tiempo entre costuras, que me está gustando mucho; al cuello de punto le faltan unas poquitas vueltas para estar listo; y en mi diario el mes de diciembre sigue incompleto.
Teniendo en cuenta que llevo un par de semanas matriculada en la autoescuela preparando el examen teórico, y que por tanto he tenido menos tiempo libre, me doy por satisfecha con los resultados 🙂
Ahora vamos con los planes pare este mes, que son algo menos exigentes, ya que febrero es un mes cortito.
En febrero, antes que nada, tengo que hacer lo que no hice en enero, para evitar la sensación de que dejo todo a medias. Para celebrar el mes del amor, planeo ver El diario de Bridget Jones en pijama mientras como chucherías y me pregunto por qué en la vida real no hay Colin Firths a montones. Cuando acabe con el libro, quiero ver la serie para televisión de El tiempo entre costuras y leer La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero. Pretendo dedicar un par de días a darle un repaso a mi habitación, que últimamente está patas arriba. Voy a tejer el primer par de calcetines de mi vida y creo que les cogeré mucho cariño, aunque estén llenos de fallos. La autoescuela se me da fatal, como si no hubiese visto nunca antes un coche, pero me gustaría sacarme de encima el examen teórico del carné de conducir este mismo mes. El año pasado estuve a punto de convertirme en la Britney Spears de 2007, de tanto pelo que perdí, pero tomar levadura de cerveza durante seis meses me salvó la vida, así que este año quiero repetir para ver si la cosa mejora más todavía. No podía no incluir entre mis planes preparar un encargo que me tiene robado el corazón y que irá a parar a México, dejándome a mí aquí muerta de envidia. Por último, quiero hacerme un gorro amarillo tipo beanie con una vieja chaqueta.
Son unas cuantas cosas, ¡pero me veo capaz! 🙂
¿Qué tal se ha portado enero? ¿Tenéis algún plan especial para febrero?