Quizás hubierais preferido descubrir lo fácil que es hacer helado casero hace un par de meses, pero soy de la opinión de que cualquier época es buena para comer helado.
Se necesitan muy pocos ingredientes y el proceso es sencillo; el único requisito es tener unas varillas eléctricas. Id cogiendo la lista de la compra para anotarlos, porque vais a querer intentarlo. ¡Vamos allá!
En un recipiente, batimos las claras a punto de nieve, con ayuda de las varillas eléctricas. Añadimos la yema y seguimos batiendo hasta que se integre perfectamente.
En otro recipiente, montamos la nata junto con el azúcar. Mezclamos el contenido de ambos recipientes, con movimientos envolventes, hasta que adquiera un color y textura uniformes.
En un cazo, fundimos 2/3 del chocolate. Mientras se derrite, picamos la cantidad restante con un cuchillo. Cuando el chocolate se haya fundido completamente, lo incorporamos a la mezcla que teníamos preparada. Si vemos que no se llega a integrar bien, podemos poner la mezcla al fuego muy bajito mientras removemos, hasta que el contenido se vea uniforme.
Vertemos la mezcla en un recipiente y espolvoreamos la superficie con el chocolate picado. Lo cubrimos con la tapa, si la tiene, o con film transparente.
Lo dejamos reposar durante unas cuantas horas en el congelador, ¡y ya lo tenemos listo!
Es un postre muy fácil de hacer y lo mejor de todo es que se puede dejar listo con varios días de antelación, lo cual me parece muy interesante si vamos a tener invitados y no queremos pegarnos el curro de hacer el postre en el mismo día.
Lo próximo que quiero intentar en el ámbito de los helados es hacer uno vegano. ¡Se aceptan ideas y sugerencias!
¿Alguna vez habéis hecho helado casero? ¿Cuál es vuestro sabor de helado favorito?