DIY | Cuelgaláminas imantado

Una cosa que me pasa es que acumulo láminas preciosas que jamás llego a colgar, porque no soy muy amiga de los marcos y me da mucha pena estropearlas con washi tape o cualquier otro adhesivo. Pero el otro día se me encendió la bombilla. Hace unas semanas compré cinta adhesiva magnética con la idea de hacer imanes para la nevera. La nevera sigue esperando, pero al ver la cinta sobre la mesa del taller, junto a unos palos de madera que tengo siempre en un bote, se me ocurrió el DIY que os muestro hoy: un cuelgaláminas imantado.

Los materiales son tan básicos como estos: palos planos de madera, cinta magnética, cordel y unas tijeras.

Por cierto, la lámina es en realidad una página del segundo número de Kireei Magazine. Se llama Flooded Abbey Road y es obra de David Pintor.



Este proyecto se hace en cinco minutos, siempre y cuando comprobemos antes cómo se atraen los trocitos de imán. Os lo explico más abajo con fotos. Lo primero que haremos será colocar el cordel en uno de los palitos, atándolo sobre cada uno de los extremos. Podemos darle el largo que queramos.



El tema de los trocitos de imán es que, cuando se atraen, lo hacen desviándose un poco cada uno en un sentido diferente. Es por esto que no coloqué los imanes a la par en todos los palitos, sino que en dos de los palos los situé movidos hacia un lado. Creo que no habéis entendido nada, pero si lo hacéis ya os daréis cuenta de lo que digo y veréis que solucionarlo es sencillo.



¡Y ya lo tendríamos listo! Para ponerlo en uso, sólo tenemos que hacer un sándwich con los palos en los extremos superior e inferior de la lámina.



Me habría gustado encontrar palitos más anchos, pero en general me gusta un montón el resultado. Es cierto que los imanes no tienen muchísima fuerza, pero como una lámina no es algo que se esté toqueteando continuamente, aguanta sin problemas.

Para la foto lo colgué en un gancho que tengo en la pared del salón, porque había más luz. En realidad está colocado en la pared del taller, pegado con un poco de washi tape, ¡y es que no pesa nada!

¿Qué me decís? ¿Os gusta? ¿Qué otras opciones conocéis para colgar láminas sin estropearlas?

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