DIY | Discos desmaquillantes reutilizables

Hace unos días os conté en Instagram que se me había roto una toalla y que, aunque en un principio había pensado en tirarla, luego se me ocurrió que podía usarla para hacer discos desmaquillantes reutilizables. Que, casualidades de la vida, es un proyecto que tenía pendiente desde hace un montón de tiempo.

¡Y eso hice!

Primero probé a hacerlos versión cuqui, con su telita de algodón estampado en el reverso, pero, si os digo la verdad, deseché esa idea porque no me convencía nada. Son muy monos para las fotos, pero quedan desaprovechados y encima la consistencia es extraña.

Tenía claro que los quería grandes y con ambas caras útiles, porque la practicidad me parece esencial en cuanto a aseo personal se refiere, así que me decanté por la opción que os muestro hoy: la más obvia.

El paso a paso es sencillísimo:
– Recortamos dos círculos de toalla del mismo tamaño. Yo usé una maceta de unos 13 centímetros de diámetro como referencia, marqué el contorno con rotulador y recorté con tijeras.
– Frenteamos las dos piezas y hacemos una costura recta con la máquina de coser por todo el contorno, dejando una abertura para poder darle la vuelta. Conservamos uno de los cuatro hilos de la costura para cerrar.
– Le damos la vuelta y cerramos la abertura manualmente con puntada escondida.

¡Así de fácil!

Lo veréis más claro en las fotos, aunque coincidiréis conmigo en que no tiene ningún misterio.



Hice cinco, pero seguramente acabaré haciendo más para asegurarme de que siempre tengo un par de ellos limpios. Con uno solo tengo suficiente para desmaquillarme toda la cara, porque son grandecitos y se pueden usar por los dos lados, así que, aunque absorben más agua micelar que los desechables, acaba mereciendo la pena. Otra cosa que me encanta es que la toalla se pone blandita al humedecerse, pero sigue manteniendo un punto exfoliante que deja la piel super limpia.

Que estén hechos sólo de toalla blanca me va a facilitar el tema de lavarlos. Si se ponen muy cochinos, podré lavarlos a temperaturas altísimas e incluso remojarlos en lejía, sin miedo a que destiñan o se estropee la tela que (no) llevan en la parte trasera.

Si veo que me aficiono a la sensación de desmaquillarme con toalla, puede que incluso cosa alguna manopla con el mismo propósito.

¿Usáis manoplas o discos desmaquillantes reutilizables? ¿De qué materiales están hechos? ¿Cómo los laváis?

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