Cuando mi madre vio los productos que estaba haciendo para Emma y Sara, pensó que podría hacer algo parecido para la bebita de una amiga de la familia que iba a nacer dentro de poco.
Después de barajar unas cuantas opciones, nos decidimos por una guirnalda con su nombre y un par de nubes. Sabíamos que habían decorado su cuarto en tonos rosa y blanco, así que elegimos dos telas en esos colores, una de lunares y otra de rayas. Intentando evitar las letras gordotas que veo a veces y que no me gustan nada, les di el punto justo de relleno: mullidito y delicado.
Cada figura tiene una cinta en la parte superior, por la que se pasa el cordón y se sujeta con una pincita de madera a la altura preferida. Nos pareció lo más seguro porque, según el lugar donde vayan a colocar la guirnalda, querrán que se vea más o menos amplia, ¡y de esta manera no hay problemas!
Lo más gracioso es que la mamá de Elia nos dijo que tenía pensado comprarle una guirnalda así a la peque, pero que aún no le había dado tiempo. No podríamos haber acertado más 🙂
¿Qué os parecen las guirnaldas con nombres para las habitaciones de los bebés?