Bueno, ya estaba tardando en llegar: una de esas rachas en las que todo me sale al revés y el tiempo parece no alcanzar. No me equivocaba cuando os decía que abril no iba a ser mi mes, por eso ha estado el blog abandonado y por eso también he dejado los deberes de abril a medias.
He hecho una rosca de Pascua de la que dimos buena cuenta en tan sólo una tarde. He comprado algunos materiales para manualidades que se me habían agotado y me he dado algún caprichillo papeleril que en realidad no necesitaba. He leído Eleanor & Park y he visto Criando malvas. Como se me han ido acumulando cosas que enseñaros por aquí, he aprovechado estos últimos días para dejar unos cuantos posts programados. Y lo que más orgullosa me hace sentir es que he conseguido acostumbrarme a darme crema en el cuerpo —casi— cada día.
Sin embargo, no he encontrado sellos bonitos para mis cartas, ni he construido la cajita que tenía en mente para reservar el correo que está esperando contestación, ni he montado el álbum de fotos para el que reuní los materiales hace meses, ni he salido por las noches.
¿Se puede ser menos productiva?
tejer un top de punto que empecé hace unos días y que os enseñaré en cuanto lo tenga hecho. Tengo ganas de cocinar las World Peace Cookies de Dorie Greenspan, porque una de mis amigas por correspondencia me ha dicho que son sus favoritas y me apetece probarlas. Como es costumbre, no pueden faltar la serie ni el libro del mes; quiero ver Parks and recreation, que nunca la he visto, y leer Juntos, nada más, de Anna Gavalda. Y, por supuesto, una de las cosas que haré este mes será lanzar por España los cuadernos viajeros, que ya son casi cuatro.>
¡A ver si este mes la cosa va mejor! ¿Qué tal ha sido abril para vosotros? ¿Y cómo se presenta mayo? Aprovechad el puente 🙂