Hacía un montón que no añadía posts a esta sección y he pensado que sería guay hacer una edición especial cuarentena. Os recuerdo que en estos posts hablo sobre cosas que me ha gustado mucho hacer o probar durante las últimas semanas.
Estoy saliendo de casa únicamente para hacer la compra —momento que aprovecho para tirar la basura acumulada— cada una o dos semanas, de modo que necesito tener muy claro qué es lo que voy a comer cada día para poder hacer la compra con previsión. Además, como he pasado de trabajar de pie a estar todo el día sentada, había empezado a notarme más gorda y he decidido comer más sano para que el asunto no se me vaya de las manos. Si alguna vez habéis estado a dieta, sabréis que es importante tener todos los alimentos necesarios en casa si no queremos caer en sustituirlos con lo primero que encontremos en la nevera.
En esta misma línea, una cosa que estoy gozando muchísimo es poder hacer todas las comidas en casa. Antes desayunaba, almorzaba, comía y merendaba en el trabajo; en casa sólo cenaba. La comida hecha al momento es un privilegio que sólo apreciamos los que llevamos años comiendo de táper. Para hacer el momento más especial, me gusta usar mis platos y cubiertos más bonitos. Parecerá una tontería, pero a mí me hace mucha ilusión.
Otra cosa que me encanta y me ayuda a no acabar cucú es el aplauso de las 20:00. Toda esa gente en sus ventanas diciéndome —o eso me parece a mí— “Eh, que no estás sola, que estamos a sólo unos metros, también en bata y con el pelo sucio”. Vivo en un barrio muy barrio y muy genial, y solemos estirar el aplauso hasta las 20:05, que es cuando salen de trabajar las empleadas del súper de esta calle, y entonces aplaudimos incluso con más ganas. También los hay que juegan a ser DJs y un par de veces hemos cantado todos el cumpleaños feliz a algún vecino sin saber muy bien a quién. ¡Me lo paso pipa!
Sigo poniendo el despertador (para las 8:00 o 9:00, depende del día) porque me gusta desayunar y aprovechar las mañanas, pero nada de levantarse a las 6:30 como antes, ahora mi rollo es levantarme de día. Soy de esa gente que es un ogro hasta media mañana, pero si cuando suena el despertador ya entra algún rayito de sol por la ventana, parece que se levanta una con otro cuerpo.
Pero, sin duda, lo mejor de todo está siendo poder dedicar tiempo a los proyectos que realmente me mueven el piso, aunque no me den de comer. Ya os conté que había subido algunos productos nuevos a Strabismic Bird. Ahora estoy a tope con la nueva web de Petite Blasa: diseñando, cosiendo, fotografiando, escribiendo… Todavía me queda mucho trabajo, calculo que varias semanas, pero prometo que os la enseñaré en cuanto esté lista.
¡Y esto es todo por hoy!
Ya veis que estoy publicando todos los lunes y jueves. Imagino que podré mantener el ritmo sin problemas mientras dure el confinamiento, así que si hay alguna temática en concreto que os guste especialmente o tenéis alguna sugerencia, contádmelo en los comentarios.