Las películas que os recomiendo a continuación tienen algo en común: están basadas en hechos reales. Eso para mí es un plus, porque consigue que me meta todavía más en la historia y me afecte casi de manera personal cualquier cosa que les suceda a los personajes. Además, si al final añaden algunas fotos de los verdaderos protagonistas, se me queda un regustillo en el cuerpo muy curioso. ¿También os pasa?
La primera es 127 horas, de Danny Boyle. Cuenta —muy fielmente, al parecer— la historia de Aron Ralston, un montañero que salió un día en solitario a practicar descenso de barrancos y se quedó atrapado bajo una roca durante cinco días. Sobrevivió como pudo y lo documentó todo con la videocámara que llevaba. Finalmente pudo liberarse de la roca e ir en busca de ayuda. A primera vista no parece una peli de las que me gustan, pero lo cierto es que me encantó, sobre todo el final: impactante, de los que dan subidón.
La segunda es El mayordomo, de Lee Daniels. Relata la vida de Cecil Gaines —en realidad, Eugene Allen—, que pasó de ser un niño esclavo en una plantación de algodón en los años 20 a servir como mayordomo en la Casa Blanca para ocho presidentes durante más de treinta años. Es una película muy bonita que muestra la evolución del protagonista a lo largo de los años y hace que te vayas alegrando con cada pasito que avanza.
La tercera es Julie & Julia, de Nora Ephron. Narra dos historias a un tiempo: la de Julia Child, una mujer que en los años 50 se introdujo en el mundo culinario de casualidad hasta convertirse en una famosa cocinera, y la de Julie Powell, una chica que cincuenta años después decide empezar a escribir un blog para contar su experiencia cocinando todas las recetas incluidas en un famoso libro escrito por Julia. Lo que más me gusta de esta peli es la pasión que Julie pone en su nueva afición, lo mucho que se implica y cómo se entusiasma con cada plato que hace.
¿Conocíais estas películas? ¿Qué os parecen? ¿Me recomendáis alguna otra basada en hechos reales?