Nunca he sido muy fan de los cuadros, los de toda la vida, con su marco y su paspartú. Sin embargo, me encantan las paredes decoradas con pequeños tesoritos random: una guirnalda, un bastidor, un tapiz, una ilustración, una postal, una pluma, una hoja caída de un árbol…
Desde que hice estos bastidores decorados, este banderín y este tapiz, sé lo guay que es tener las paredes de mi cuarto salpicadas de objetos que me gustan y que, lo mejor de todo, son únicos porque los he hecho yo misma.
Últimamente estoy muy a tope con las decoraciones para paredes, así que he decidido hacer un par de banderitas y subirlas a la tienda, por si alguien quiere llenar su casa de color y buen rollo.
Están hechas con fieltro, montadas sobre un palito de madera sujeto a un cordel trenzado y decoradas con un par de borlas. Miden unos 12 cm de ancho y 19 cm de alto (sin contar el cordelito). Tienen el tamaño perfecto para que se puedan colocar en cualquier rinconcito, pero sin pasar desapercibidas.
Como veis, ¡sigo reivindicando la combinación rosa-naranja! Pero, por supuesto, estas banderitas se pueden personalizar con casi cualquier color, frase y estilo de letra.
¿Qué os parece este nuevo producto? ¿Os gusta esta combinación de colores? ¿Qué frase le pondríais?