Para decorar esta carta empecé por el sobre. Como el color favorito de mi amiga por correspondencia es el verde menta y tenía esta cartulina en casa, que aunque parezca azul era verdosa, no dudé en hacer yo misma el sobre utilizándola. Escribí las direcciones sobre unos pedazos de papel estampado claro y luego los pegué en el sobre.
La carta la escribí sobre unas hojas pequeñas rayadas que me sobraron de una de las libretas que utilicé para Querido Diario. Decoré una de ellas con unas flores dibujadas en los mismos tonos con los que decoré el sobre.
Añadí una postal a juego, que utilicé para escribir algunos mail tags en la parte trasera.
Con una tira de cartulina que me sobró cuando hice el sobre —parece un chiste malo— hice una libretita en miniatura. Para hacer las páginas recorté en varios pedazos un par de hojas como las que utilicé para escribir la carta. Redondeé uno de los extremos de la cartulina y lo grapé sobre el taco de páginas, rodeé las hojas con la cartulina y corté el sobrante hasta dejarlo con el largo justo para que se quedara enganchado bajo el extremo redondeado.
Añadí una tarjetita de las que me gusta hacer de vez en cuando: una frase bonita y algunos dibujos tontos.
Lo puse todo junto, lo até con un pedazo de cordel del que colgaba un conejito (mi amiga tiene conejos) y lo metí dentro del sobre.
Para cerrar el sobre, como era casero, utilicé pegamento de barra y reforcé con un poco de fabric tape.
¡Y esta es la manera de pasar una tarde entretenida! 🙂